Fabada asturiana
(siguiendo los consejos de mi primo
Suárez, aunque éste tal vez discrepe)
Ingredientes para 4 o 5 individuos normales
y razonablemente sanos
- 500 gr. de fabes.
- 350 gr. de compango asturiano (1 chorizo, 1 morcilla y 150 gr. de panceta salada)
- Unas hebras de azafrán.
- Agüita de la fuente de la mujer enamorada.
Poner las fabes
a remojo en agua fría al menos 12 horas antes de comenzar su cocción. A la hora
de elegir el perol tener en cuenta que duplicarán su volumen durante este
proceso.
Tras escurrirlas y aclararlas bien,
añadir el compango (la morcilla, el chorizo y la panceta) y cubriremos todo
ello de agua. Caso de no disponer del tipo de agua recomendada (es mi caso)
recomiendo usar mineral.
Poner a cocer a
fuego muy suave por espacio de unas 3 horas, aunque conviene probarlas a
partir de la segunda hora, dado que el tiempo necesario puede variar de unas fabes a
otras y según la dureza del agua. En la última fase de la cocción añadiremos
el azafrán previamente tostado y, aunque no suele ser necesario, rectificaremos
de sal.
Aspectos a tener en cuenta:
En todo momento
deben estar cubiertas por uno o dos dedos de agua.
Si se prefieren las
salsas ‘gordas’, pasar algunas fabes por el colador chino e
incorporar esta pasta a la cazuela agitándola vigorosamente.
Mejor no remover, ya que se podrían deshacer las judías. Si es necesario agitar el
perol a modo de un ‘pil-pil’.
Este guiso, como
otros muchos, gana en sabor y mejora su textura si se consume uno o dos días
después de cocinado.
Es conveniente
dejarlas algo caldosas si se calcula que pueden sobrar o se pretende congelarlas, de otro modo puede complicarse el proceso de recalentado.
El resultado final
debería asemejarse a esto:
Dos kilos de fabes, para unos 20 comensales. |
Aqui había 4 kilos, comimos 40 y sobró poco. |
El compango troceado para facilitar su reparto |
Mi amiga Mercedes echando una mano
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Excelente fabada del restaurante La Nava, en Libardón (Asturias) |
Creo que me voy a animar a intentarlo, además con esas cantidades en mi casa tengo para dos días. n_n
ResponderEliminarSegún G. Covián, el plato (único) más completo del universo. Por completo hay que incluir la digestión y los efectos especiales.
ResponderEliminarPon la mitad de judías y de panceta. Saldrá rico. Aunque tolera el congelador perfectamente. Bss.
ResponderEliminarLa haré con todas las cantidades, me viene bien tener algo congelado para el "porsiacaso".
ResponderEliminarHoy nos hemos animado, han quedado espectaculares con tu receta. Alberto alucinaba un poco con que no hubiera que añadir zanahoria, ni cebolla, ni nada de nada... el resultado ha sobrepasado nuestras expectativas de 10 han quedado. n_n
ResponderEliminarBueno, por poder se puede añadir cebolla o zanahoria o una cabeza de ajos, etc. Pero creo que de esta forma se disfruta del sabor de las judías sin distracciones y además es como las preparaban en Asturias hace 50 años en casa de mi primo. Si han sobrado seguro que mañana están aún mejor. Me alegro mucho que os hayan gustado.
ResponderEliminarAh, se me olvidaba. El secreto está en el agua. Es muy, muy importante.
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